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LOS TRABAJADORES AGRÍCOLAS MEXICANOS EN QUEBEC


Luis Carlos Minjárez Chávez


El fenómeno migratorio en años recientes ha cobrado singular importancia en la opinión pública nacional y en el país vecino del norte, sobre todo por las protestas de las distintas organizaciones de migrantes en los Estados Unidos de América que exigen al gobierno su reconocimiento como ciudadanos. Un tema pocodifundido en México es el caso de los migrantes temporaleros en Canadá, programa que fue acordado entre México y ese país hace cuarenta años. Este fue el tema de la conferencia denominada Realidades divididas: los trabajadores agrícolas temporaleros mexicanos en Quebec, dictada por el doctor Jorge Pantaleón, investigador y profesor de la Universidad de Montreal, Canadá, quien es originario de Argentina y residente en Canadá, con estudios de posgrado realizados en Argentina y en Brasil. Autor dediversos libros sobre el tema de la migración, además de artículos científicos. El doctorJorge Pantaleón señaló al inicio de su conferencia que el tema es resultado de una investigación reciente por él realizada.






El mercado canadiense y la fuerza de trabajo


El ponente señaló que en 1974 México celebró un acuerdo con Canadápara permitir el flujo legal y controlado de migrantes mexicanos a Quebecpara realizar trabajos agrícolas en las granjas canadienses.Antes de ese año los migrantes procedían de América Central y de Jamaica. 


Al inicio del tratado, se enlistaron tan sólo una centena de trabajadores mexicanos, pero en 2010 la cifra ascendióa 5 mil 800 personas. El doctor Pantaleón subrayó que el incremento se debió tanto por la escasez de fuerza de trabajo en el campo canadiense, como por el aumentodel volumen de producción; en los últimos cuarenta años se amplió elmercado interno y aumentaron lasexportacionesprincipalmente hacia los EUA. El investigador apuntó que por este motivo las características de la producción han cambiado y por lo tanto el contrato de personas extranjeras fue necesario para reducir los costos. El doctor Pantaleón agregó que hace cuarenta años la producción de Quebec, un pueblo de franceses, se hacía a pequeña escala, a nivel familiar y actualmente esta actividad se erige como un negocioagropecuario con fines comerciales.


El conferenciante dijo que mientras la contratación de trabajadores inició como un acuerdo binacional donde estaban involucrados los gobiernos y sus dependencias, hoy se observa un procesode privatización, es decir, las empresas privadas tienen un rol importante en el reclutamiento. De acuerdo a la opinión del investigador, Canadá, con una superficie de 10 millones de km2, dispone de un vasto territorio para la agricultura. La provincia de Quebec que tiene unmillón 600 mil km2 de superficie, extensión más grande que la que poseen los países de América central.La región sur de Quebec es propicia para la agricultura debido a que tiene ventajas naturales, mismas que le ofrecen un posicionamiento político a las empresas para afianzarse en el marco agroalimentario.






De todas las actividades agropecuarias, la producción de frutas y de hortalizas ocupa un 9.5% y la producción de porcinos un 23%. Estos dos sectores son los que incorporan a los trabajadores mexicanos.






Cambios en la contratación de trabajadores


El doctor Pantaleón expresó que la contratación de asalariados ha ido en aumento: en 1995 habían 860 trabajadores extranjeros de los cuales 833 eran mexicanos; en el 2008 se contrataron 6 mil 627 personas, de ellos 3 mil 536 fueron mexicanos y2 mil 934 procedentes de Guatemala, variación interesante ya que en el 2003 habían sólo 215 guatemaltecos, cantidad que se multiplicó en estos últimos cinco años.


El expositor manifestó que estos cambios de preferencias en el origen de los migrantes son parte de una estrategia empresarial, cuyo propósito es hacerlos competir entre ellos, y no es una decisión aleatoria del gobierno canadiense, sino la estrategia de las seis grandes cadenas agroalimentarias de ese país que imponenlos mecanismos de producción y de evaluación. El doctor Pantaleón afirmó quelos migrantes trabajan en lacosecha de pepino, lechuga y tomate, procesos que requieren jornadas a cielo abierto de10 y 12 horas. El investigador agregó también que se ha modificadola procedencia mexicana de los jornaleros: en los inicios del acuerdo provenían de dos o tres estados, y cuarenta años después éstosvienen de todos las entidades, en mayor número del Estado deMéxico con 591, Tlaxcala con 356, Veracruz con 269, Puebla con 228, Guanajuato con 223, Michoacán con 179, Oaxaca con 162, Morelos con 145 e Hidalgo con 139.


Esta variabilidad en la contratación indica que han aumentado las posibilidades en la elección por parte de las empresas, para disuadir a aquellos trabajadores renuentes a aceptar las condiciones del contrato. 


El especialista anotó que de la zona de Montérégie procede el 25 por ciento de los productos agrícolas y es la región que alberga la mayor parte de losmigrantes. En esta provinciase asientan varios pueblos rurales geográficamente dispersos, con poblaciones que van de 3 mil 500 a 6 mil habitantes; por tal situación los trabajadoresse encuentran aislados y se les dificultan las visitas hacia algún centro urbano, razón que no les permite establecer relaciones socialescon otras personas, y por lo tanto prefieren trabajar más y no aprovechar el tiempo libre, es decir su objetivo es trabajar para ahorrar lo más que se pueda. 






Lazos familiares y la relación laboral


El investigador añadió que el programa exige la contratación dehombres casadosde procedencia rural, con edades entre 18 y 45 años, cuyo propósito es favorecer el sostenimiento de sus familias. Este detalle evita que los trabajadores alcancen la residencia canadiense. Otra particularidad que fortalece losmecanismos de explotación es el tipo de dirección en las granjas: noeslo mismo una finca con un patrón que convive con sus asalariados, a una empresa cuyo patrón no vive ahí y la relación con los trabajadores es mediante un gerente o un capataz. 


El doctor Pantaleón señaló que hay capataces de origen mexicano que desempeñan ese puesto por su conocimiento del idioma francés, por sus habilidades y por su capacidad de mediación. El manejo del francés es importante porque les permite mayor comunicación con los patrones, sin embargo la mayoría de los braceros no aprenden el idioma porque no tienen tiempo. 


El ponente explicó que en la cultura mexicana la familia es lo central, y para el programa de migrantes temporales tener familia implica un eterno retorno. La noción de los nexos familiares y el sacrificioson motivos centrales para la toma de decisiones del trabajador. En cuanto a los salarios, los jornaleros envían remesas a sus familias, ya sea para su subsistencia, para negocios, compra de maquinaria, o para las fiestas patronales o sociales (estos últimos gastos los patrones canadienses lo observan como simple despilfarro).


Sin embargo, las fiestas contribuyen a reproducir en las poblaciones mexicanas las redes sociales. Por último el doctor Jorge Pantaleón señaló que los migrantes mexicanos envían a sus pueblos 4 mil 500 dólares al año, y se gastan en su propio mantenimiento alrededor de mil 200 dólares, cifra muy pequeña ya que si vivieran en una ciudad canadiense tan sólo por el pago del alquiler de un departamento se gastarían mil dólares.

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