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EL ALZA DE LOS PRECIOS INTERNACIONALES DE LOS ALIMENTOS

Luis Carlos Minjárez Chávez

¿Cómo impacta el incremento de los precios internacionales en el mercado nacional de granos? ¿Realmente la escasez de alimentos a nivel mundial es debido a la producción? ¿México debe procurar la soberanía alimentaria ante el aumento de los precios de los alimentos? Estas son algunas de las preguntas que trató de responder la conferencia llamada “El alza de los precios internacionales de los alimentos y su incidencia en México”, dada por la doctora Nuria Urquía Fernández  en evento organizado por el CIEESTAM y por la DICEA. La doctora  Urquía, española de origen, es actualmente representante de la FAO en México, y en esa misma organización ha ocupado diversos cargos en la Unión  Europea y en España. La ponente comentó que es la segunda vez que estaba en Chapingo, la primera vez fue hace 14 años en una visita personal. También manifestó que en la FAO con sede en México trabajan egresados de  la UACh.
Los alimentos y el precio de los cereales
La investigadora especificó que el propósito de la charla era dar un panorama general de la producción  mundial de alimentos y de sus precios, particularizando en la situación de México, y por último ofrecer algunas conclusiones. La ponente señaló que los precios internacionales en los años sesentas y setentas tuvieron una tendencia a disminuir, aunque en épocas de crisis económicas y energéticas aumentan; por ejemplo en las últimas crisis del 2008 y 2011 se presentó un incremento en los precios de los cereales, principalmente en algunos básicos como el arroz y el maíz blanco, sin embargo en el primer semestre de este año en otros productos se observó una estabilización en los precios. Admitió que en lo general en los últimos treinta años hubo una gran volatilidad en los precios de los productos internacionales y como consecuencia esta inestabilidad repercutió en la nutrición de las poblaciones, para el caso de América Latina, en los últimos años aumentó la población desnutrida.  
Urquía Fernández comentó que las crisis alimentarias inciden en la subnutrición, para el caso de México ésta es del 5 por ciento, empero aclaró,  que de acuerdo a diferentes periodos a nivel mundial el número de personas con subnutrición aumenta o disminuye ligeramente, como lo fue para América Latina en el 2009 con un incremento al 15 por ciento, o en el 2011 con un 13 por ciento, mientras que para el 2005 había 47 millones de personas subnutridas. 
En el 2010 se incrementaron a 52 millones de personas, de forma particular en África, India, Asia Menor y Guatemala, donde se presentan altos índices de subnutrición. De acuerdo a los datos de la doctora Urquía, en México la pobreza alimentaria se manifiesta en los estados de Sonora, Baja California, Chihuahua, Zacatecas, Tamaulipas, Veracruz y Tlaxcala, en los grupos más vulnerables.

Factores que inciden en los precios
La funcionaria señaló que el impacto de los precios internacionales en los países, depende de las políticas internas para controlar los precios de los alimentos de mayor peso en la canasta alimentaria. En el caso de México los precios son más estables, es decir los precios al consumidor son muy inferiores a los precios internacionales, por ejemplo el precio del pan o de la tortilla.
La experta agregó que la crisis alimentaria en su origen no es agrícola, sino que se manifiesta como una crisis global, ya que no es un problema de producción; si se revisan las cifras de crecimiento poblacional y las de incremento de producción de grano, crecen en sentido paralelo. La doctora Urquía aclaró que la especulación en los precios es debido a la crisis financiera mundial con una perspectiva de volatilidad a largo plazo, al igual que diversos factores estructurales y coyunturales, así,  dentro de los estructurales están: el continuo deterioro de precios en el largo plazo, la insuficiente inversión en la agricultura, la marginación rural, la pérdida acumulada de recursos indirectos, el incremento en los insumos de alimentos, la baja inversión rural, y balance deficitario acumulativo, entre otros. Como factores coyunturales se citan: la reducción de inventarios, las pérdidas de cosechas por fenómenos climáticos, la elevación del precio de petróleo, el incremento en la demanda de biocombustibles, el incremento en costos en transporte de los alimentos importados.
La oradora hizo notar que, para solucionar la inestabilidad en los precios, dentro de las políticas internacionales a seguir estaría la necesidad de desvincular los precios de los alimentos de las crisis financieras por medio de alianzas internacionales; de igual forma proponer diversas políticas nacionales que coadyuven a una mayor estabilidad de los precios, entre ellas: el desarrollo territorial, en la solución de los problemas agrícolas la necesidad de un enfoque multidisciplinario, la inversión productiva, el desarrollo de infraestructura, la formación de capital humano, la creación de capacidades, el desarrollo institucional para la transformación productiva, el mercado laboral, la implementación de contratos laborales, la tecnificación de tierras, y las intervenciones estatales para mitigar los impactos de los precios internacionales.
La ponente subrayó que en el caso de México hay programas con mucho dinero pero no tienen impacto, pues no hay incremento significativo de la producción, y que para ello es necesario repensar los programas de inversión, y precisar una política macroeconómica en México para un ajuste de los precios de los productos. Así mismo una política de inversión agrícola, y la precisión de objetivos entre los programas de protección social y los programas productivos.
Conclusiones
La representante de la FAO abundó en la temática ante las preguntas y comentarios de los asistentes y especificó que en el mundo hay volúmenes globales hipersuficientes, y que el problema es de política económica, pues si en economía los precios siguen el equilibrio entre la oferta y la demanda, en el caso de los alimentos los precios no responden a lo que se demanda, más bien a la especulación, concretamente a los precios que se cotizan día con día  en las bolsas de Chicago, de Frankfurt, y de Tokio.
 Ante esta situación hay países que piden la intervención de los mercados, pero todavía no hay acuerdos. La ponente aclaró que mucho más que invertir en la agricultura los gobiernos y las sociedades siguen invirtiendo en otros sectores, supuestamente con mayor estabilidad, como lo fue la inversión en viviendas que llevó a la crisis hipotecaria de los EUA, o las crisis europeas, la doctora Urquía concluyó diciendo que en lo general en el mundo ni hay lugar, ni sector seguro para invertir, lo que significa una falta de credibilidad en el sistema. 

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