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ALTERNATIVAS ECOLÓGICAS DE MANEJO DE ENFERMEDADES

Raúl Orrantia Bustos
Dentro del marco de ponencias que se llevaron a cabo en el auditorio “Álvaro Carillo” como actividad preliminar al “Tercer Congreso Latinoamericano de Agroecología”, se presentó la conferencia “Alternativas ecológicas de enfermedades”, de la doctora Ema Zavaleta Mejía, investigadora del Colegio de Postgraduados.  



        Como nota introductoria a su ponencia, la doctora  Zavaleta Mejía señaló que “el uso excesivo de agroquímicos a lo largo y ancho del planeta no sólo ha dañado y modificado los biosistemas, sino que incluso ha atentado contra la salud del hombre, principalmente debido a la contaminación del agua y de los alimentos.” Indicó que para revertir esta problemática es necesario implementar en el agro mexicano diversas alternativas ecológicas de control de enfermedades, como son: 1) buscar y utilizar variedades resistentes; 2) rotación y asociación de cultivos, 3) emplear fungicidas orgánicos elaborados a base de plantas antagonistas (antimicrobianas), entre otras. 
            

        Dejando de soslayo la primera alternativa, puesto que ya tradicionalmente los campesinos la han utilizado en la selección de semillas para la próxima siembra, la doctora mencionó que dentro de la rotación y asociación de cultivos, el tomate, el chile y algunas hortalizas son una excelente opción para reducir el riesgo de que aparezcan ciertos hongos y nematodos; mientras que los fungicidas de origen orgánico pueden producirse en nuestro país con sustratos de las siguientes plantas: cempaxúchitl, neem, ajo, cebolla, chile; también con estiércol y rastrojos.
El uso de estos fungicidas orgánicos, cuya aplicación se conoce como “biofumigación del suelo”, además de controlar plagas y evitar el desarrollo de ciertas enfermedades, ayuda de igual forma a que el suelo mejore su estructura y ventilación, así como a mantener una microbiota alta y heterogénea, sin olvidar que aporta diversos e importantes nutrientes a la planta cultivada.


“Sin embargo”, apuntó la doctora Zavaleta Mejía, “se debe tener en cuenta que los resultados de la biofumigación pueden variar depediendo de ciertos factores externos, como lo son el grado de humedad del suelo al momento de la aplicación, la cantidad de materia orgánica que se aplica (que generalmente es de 50 t ha-1) y si ésta se halla en vías de descomposición al momento de ser aplicada (de lo contrario, no sirve).” Señaló asimismo que el agricultor que desee valerse de la biofumigación no debe pasar por alto las reacciones químicas que podrían suscitarse, pues un aspecto negativo que se encuentra frecuentemente en esta alternativa de manejo de enfermedades es la deficiencia de nitrógeno en el suelo.    
Finalmente,  Zavaleta Mejía concluyó que en México ya se ha comenzado a utilizar la biofumigación, la vermicomposta y otras alternativas ecológicas de producción, tratamiento y mejora de cultivos; que si bien los esfuerzos y resultados en las investigaciones aumentan día con día en este campo, aún falta mucho para convencer a los grandes productores a que empleen técnicas alternativas a fin de salvaguardar el medio ambiente.


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